jueves, 25 de enero de 2018

Fahrenheit 451 - Ray Bradbury

A pesar que Ray Bradbury publicó Fahrenheit 451 hace 64 años (1953), su infierno no puede ser más real y vigente en estos tiempos. Tan es así que de regreso de viaje por fiestas de fin de año luego de ver un accidente automovilístico por causas del alcohol se me vino a la mente un fragmento:
"Temo a los jóvenes de mi edad. Se matan mutuamente. ¿Siempre ha sido así? Mi tío dice que no. Sólo en el último año, seis de mis compañeros han muerto por disparo. Otros diez han muerto en accidente de automóvil. Les temo, y ellos no me quieren por este motivo. Mi tío dice que su abuelo recordaba cuando los niños no se mataban entre sí".
La historia aborda un mundo distópico en el cual la humanidad, en gran mayoría, teme y rehúsa al conocimiento, dado que el conocimiento para ellos es en resumen complicarse la vida, preocuparse de muchas cosas que no son el camino a la felicidad, por ello los bomberos han dejado de apagar incendios y son los justicieros de la ignorancia, se encargan de incinera los libros que clandest inamente son conservados.
Guy Montang, un bombero que disfrutaba su trabajo, gozaba incinerar libros sin preguntarse más, un día se cruza con Clarisse McClellan, una muchacha de casi 17 años, viva representación humana de la curiosidad al conocimiento, la jovencita y su familia representan todo lo que la sociedad, en el mundo de Fahrenheit 451 aborrece, representa la curiosidad por el conocimiento, tan creciente su ausencia en los últimos años en nuestro mundo real; Clarisse introduce el bicho a Montang de ver el mundo de forma distinta, a que vea más allá de su labor, a qué se repregunte si es feliz o no. Es este el inicio de una lucha interior en Montang que lo lleva a romper con los esquemas a enfrentarse a su esposa, vecinos, conocidos y compañeros de trabajo. En esta rebelión contra la sociedad Montang recurre a un hombre, profesor Faber conocedor de libros, el mismo lo orienta y anima en su lucha. Montang es traicionado por su esposa y recurre en ayuda al Profesor Faber el cual le aconseja busque a otros como él, profesores exiliados, ignorados de la sociedad y juntos luchen por la divulgación de los conocimientos.
El paso de Clarisse es corto, pero intenso, las conversaciones con Montang permiten al lector realizarse preguntas existenciales, a meditar sobre las cosas sencillas que secunden alrededor nuestro y no las notamos y por ende no las disfrutamos, como el olor de la tierra mojada, el placer de oír caer la lluvia, etc. El encuentro con el Profesor Faber nos representa el miedo por enfrentar a la sociedad al continuismo, a pesar de tener las herramientas para hacerlo, los compañeros finales, nos indican que a pesar que parezca todo perdido y que nadie nos acompaña siempre encontraremos personas que quieren un mundo mejor.
Llegué a este libro gracias a una entrevista televisada de dos eruditos peruanos, Marco Aurelio Denegri y Cesar Hildebrant, y la aventura no fue nada decepcionante. ¿Qué hacemos diariamente para la divulgación del conocimiento y de la cultura o solo figurativamente cada Lunes convertimos en cenizas a Millay, los miércoles a Whitman y los viernes a Flaukner? 




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